La crianza de un hijo o una hija es un arte. Nunca podremos estar seguros de hacer las cosas bien y, por más que nos esforcemos, siempre surgirán sorpresas en su desarrollo que nos sorprenderán y retarán.
Pero esa es la buena noticia, porque nuestros pequeños no son máquinas a la espera de ser programadas con ciertas actitudes y comportamientos.
Ellos andan en busca de su propio camino y, a medida que crecen y adquieren criterio, empezarán a elegir mejor las aptitudes y valores que consideren valiosos entre aquellos que perciben en los adultos.
Sin embargo, la clave para tener en casa adolescentes, niñas y niños felices no está en los libros para educar a los hijos ni en las guías de crianza de internet.
Está en el nivel de compromiso de quienes los forman y en lo exitosos que sean para llegar a acuerdos.
Miremos la mejor manera de crear un plan para criar a nuestros hijos e hijas sin plantearles reglas contradictorias que los confundan.
Empecemos por definir qué es crianza
¿Te lo has preguntado alguna vez? Aunque una de las acepciones del diccionario lo define como la acción de “instruir, educar y dirigir”, se trata de un proceso mucho más profundo y complejo.
La crianza de un hijo implica hacer uso de un buen arsenal de reglas para educar a los hijos, apoyarlos a nivel emocional y brindarles herramientas para que desarrollen todo su potencial físico, intelectual y social.
Acompañarlos y ser un verdadero apoyo va mucho más allá de simplemente garantizarles la alimentación, la educación y la salud, lo cual es también importantísimo.
Así que la próxima vez que debas tener a la mano un consejo para un padre, o si alguien te pregunta qué significa crianza, ya tienes claro un concepto fundamental para empezar a formular una buena respuesta.
¿Cómo criar hijos felices?
Para empezar, recuerda que suplir las necesidades básicas y económicas es solo un lado de la ecuación. Del otro lado, está brindar soporte emocional y formar a tus pequeños en valores y habilidades para la vida.
La responsabilidad de crianza incluye a las personas más cercanas a los niños, niñas o adolescentes, incluidos sus maestros.
Pero son quienes ejercen el rol paterno y materno quienes deben estar más sintonizados en temas como:
Los 7 tips para asegurar reglas de crianza claras
Cuando se trata de criar a los hijos en pareja, es fundamental el terreno abonado durante el tiempo previo a la llegada de los pequeños, pero no se puede seguir confiando la armonía familiar a las mismas reglas.
Según un artículo sobre acuerdos en la crianza, publicado en el portal de Yahoo, el reto de educar exige un acuerdo entre “dos personas con su historia familiar e individual, sus vivencias, sus modelos y experiencias”.
Sin embargo, es posible lograr puntos en común entre ambos puntos de vista cuando logramos:
1. Exponer nuestro criterio con respeto
Al buscar llegar a acuerdos, exponer con respeto los pros y contras de nuestra posición. También, debemos escuchar la opinión de nuestra pareja y tratar de hallar puntos de encuentro.
2. Tener muy claros los roles
Es importante dejar claro a abuelos, tíos y a otras personas con presencia activa en la formación, quiénes somos los que ocupamos el rol de padre y madre, y tenemos la potestad de decidir lo que consideramos mejor para los pequeños.
3. Respetar la autoridad compartida
No desautoricemos a nuestra pareja en frente de nuestros hijos o hijas, aunque no estemos de acuerdo con alguna decisión. Tampoco dejemos que nadie nos desautorice. Cualquier diferencia de criterio debemos tratarla en privado.
4. Hacerlos sentir incluidos
Consultemos a nuestros hijos durante el proceso de toma de decisiones, para tratar de entender las cosas desde su punto de vista. Sin embargo, las decisiones finales son nuestras, y debemos comunicárselas explicando el porqué de cada una.
5. Comunicar a quienes intervienen
Debemos transmitir el plan de crianza a quienes intervienen activamente en la formación de nuestros hijos (familiares cercanos y docentes). No está demás recibir y aceptar consejos, en especial desde la experiencia de los profesores.
6. Respetar los acuerdos
Una vez acordados los puntos, deben ser respetados por todas las partes. Si se empiezan a hacer concesiones a escondidas de la pareja, confundiremos al menor. Si se hacen excepciones, deben ser acordadas por todos y tener un motivo sólido.
7. Ser consecuentes con el ejemplo
Nada ganamos creando el mejor plan de crianza si no damos ejemplo con la forma como actuamos y nos comportamos. Nosotros también debemos respetar las reglas acordadas, para garantizar armonía en el hogar.
De esta manera, la crianza de un hijo puede convertirse en una aventura conjunta e vez de una serie de desacuerdos.
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