El desarrollo del cerebro en la niñez temprana requiere de unas condiciones específicas para sacar provecho de cada estímulo y pieza de información que entregamos a los pequeños.
Por ejemplo, el cerebro de un bebe se beneficia de ciertos estímulos que deben ampliarse o modificarse para potenciar el desarrollo cerebral en la primera infancia como tal, es decir, hasta que cumplen los seis años.
Fue el psicólogo suizo Jean Piaget quien determinó las etapas del desarrollo cerebral y su relación con el desarrollo infantil.
Miremos cada una en detalle y descubramos qué actividades nos ayudarán a garantizar el potencial cognitivo de los pequeños.
El desarrollo cerebral infantil comienza desde el vientre: el cerebro del bebé escucha estímulos sonoros, percibe luces externas, y siente el calor del líquido amniótico, las caricias a la barriga de mamá y el contacto con sus tejidos internos.
Sin embargo, la teoría de Piaget contempla el desarrollo a partir del nacimiento, en las siguientes etapas o estadios:
En esta se desarrollan los reflejos, es decir, las respuestas motoras primarias e instintivas frente a los estímulos externos. Experimentan mediante repetición y sienten mucha curiosidad por los sonidos y los colores.
¿Cómo estimular el desarrollo neuronal infantil en esta etapa? Permíteles explorar juguetes y texturas, así como experimentar con objetos que produzcan sonidos cuando los mueven.
El desarrollo neuronal en la primera infancia adquiere, en este estadio, otros matices, ya que es durante este que el pequeño o pequeña empieza a relacionarse con otros niños y a enfrentarse con los primeros asomos de las jerarquías sociales.
Para fortalecer el desarrollo del cerebro en la infancia durante esta etapa, puedes recurrir a los juegos de roles y a la simulación de actividades como nadar, remar, comer, entre otras. Ponlos en contacto con animales, plantas y muchos colores.
El desarrollo de hemisferios cerebrales se potencia aquí con el pensamiento lógico y la capacidad de llevar a cabo operaciones matemáticas sencillas. Ya es capaz de plantear soluciones a problemas cotidianos, mediante procesos con diversos pasos.
Para optimizar el desarrollo cerebro humano en este estadio, puedes recurrir a actividades que estimulen el conocimiento y la exploración y hazles preguntas sobre el por qué de las cosas según su perspectiva.
En este estadio, los adolescentes ya pueden razonar y aplicar la lógica a todos los aspectos de su vida. También, comprenden conceptos abstractos y pueden plantear hipótesis para poner a prueba mediante ensayo y error.
Ya es posible sostener debates sobre temas profundos y cuestionarlos sobre sus puntos de vista personales respecto a diversos temas cotidianos.
Ten en cuenta que el desarrollo del cerebro en la niñez temprana, y durante los otros estadios de la infancia y la adolescencia, también obedece a los ritmos personales de cada pequeño.
Por eso, no te desesperes si percibes alguna demora o retraso leve. Déjalos vivir, experimentar y disfrutar el mundo.
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